Hace poco que encontré otro faro grande… en el Atlántico
rotundo, entre rocas, viento-espuma, a la altura de un recto acantilado…
me senté a su lado, al mar, al sol, y dormí una siesta… fue entonces cuando...
“comenzaron a secarse mis heridas, al aire”
y pensé..."últimamente andan extinguidos los incendio en mi vida"
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