"Lágrimas de eros"

A veces me consuela un poco de silencio, paso las horas

subiendo y bajando, con hambre, sonrisas y a veces con sueño.

A la hora de los besos resucito, me enciendo…

En las noches azules me pierdo, de tejado en tejado salto hasta cansarme.

Suelo descansar en un suspiro, intentando llegar a la luna…

Intento no pisar la realidad, lamer el hielo, saltar la tierra, que me lleve el viento

Intento perderme, a veces, entre lunares (entre tu piel y mis dedos)

Lamento, cuando me consuelo, trazar un mapa de besos,

Y así, al fin, seguir el hilo... llegar dentro.

Jerónimo Fernández

volviendo a las palabras

Volver
a lo conocido nunca me alimentó.
Hoy
ya no hay manos que persiga,
ni calor que me atrape.
Hoy
vuelo más alto
a pesar del peso de las nubes.
Hoy
sólo me mantiene la búsqueda.

Ni me emborracho, ni me descoso...
...
...
simplemente, a veces, por capricho,
intento sentirme (vivo).

Contador gratis

sueño

"De mi sueños traeré,

esta tarde para ti,

un manojo de amor
que te enseñe a sentir

a pensar lo que fui"

La Antilla 5 de abril 2009

Libres,

a mi amiga Reyes

"Donde la Tierra se acaba y el Mar comienza",

Cabo de Roca, Portugal, 21 de marzo de 2009

¿Dónde habita esa libertad de la que antes me hacía?

¿En qué se ha convertido esta sombra?

La libertad no existe como estado, es volátil, existe apenas el tiempo de ser encontrada.

La opresión, por lo contrario, es como una hoja impregnada de resina, que se va ensuciando dedo a dedo hasta perder la esencia.

La libertad nace y muere allí donde viven la bellas almas, los ángeles…

Tu nombre, que ayer fue libertad, hoy se desvanece entre los fantasmas de mis miedos, de mi cobardía impregnada en resina.

PENICHE

Hace poco que encontré otro faro grande… en el Atlántico

rotundo, entre rocas, viento-espuma, a la altura de un recto acantilado…

me senté a su lado, al mar, al sol, y dormí una siesta… fue entonces cuando...

“comenzaron a secarse mis heridas, al aire”

y pensé..."últimamente andan extinguidos los incendio en mi vida"

conformarme en silencio

"La primavera cayó en el Tajo"

Esta tarde miré al cielo, levanté los ojos por encima de mi barbilla y me llené de azul.

Busqué tu cara, me alimenté de sueños, cerré los labios y comencé a soñar…

La playa, la arena y tú, en silencio, al sol, a la siesta, al amor.

El sigilo de los barcos de pesca en el horizonte, las olas, la orilla vacía, tu nombre y tu sonrisa… pero no, era la máquina que centrifuga el cemento en mi calle.

Esta tarde he intentado soñar por estar a tu lado, cerca, dentro, pero no te he hallado porque no eres ni quien se fue, ni quien llegó.

He apretado mis ojos, mi pulso, mi alma, ¡pero imposible!

Tal vez, se pierdan, entre las conchas cortantes nuestros pasos… tal vez he llegado con la marea alta y todo se lo ha tragado el mar.

Los pasos son pasos y hablan del pasado, mientras… la carne se amontona, se desordena en estantes y cajones de últimos saldos.

Quizás ya sea tarde, probablemente haya llegado el momento de que mis ojos descansen, de romperme al espejo, de buscar tus pedazos, de conformarme en silencio.