Hace poco que encontré otro faro grande… en el Atlántico
rotundo, entre rocas, viento-espuma, a la altura de un recto acantilado…
me senté a su lado, al mar, al sol, y dormí una siesta… fue entonces cuando...
“comenzaron a secarse mis heridas, al aire”
y pensé..."últimamente andan extinguidos los incendio en mi vida"
Esta tarde miré al cielo, levanté los ojos por encima de mi barbilla y me llené de azul.
Busqué tu cara, me alimenté de sueños, cerré los labios y comencé a soñar…
La playa, la arena y tú, en silencio, al sol, a la siesta, al amor.
El sigilo de los barcos de pesca en el horizonte, las olas, la orilla vacía, tu nombre y tu sonrisa… pero no, era la máquina que centrifuga el cemento en mi calle.
Esta tarde he intentado soñar por estar a tu lado, cerca, dentro, pero no te he hallado porque no eres ni quien se fue, ni quien llegó.
He apretado mis ojos, mi pulso, mi alma, ¡pero imposible!
Tal vez, se pierdan, entre las conchas cortantes nuestros pasos… tal vez he llegado con la marea alta y todo se lo ha tragado el mar.
Los pasos son pasos y hablan del pasado, mientras… la carne se amontona, se desordena en estantes y cajones de últimos saldos.
Quizás ya sea tarde, probablemente haya llegado el momento de que mis ojos descansen, de romperme al espejo, de buscar tus pedazos, de conformarme en silencio.
cantando... con tus fotosAllá donde estén
Estés o no estés
Te gustará saber
Que HOY para mi, todo eso TENDRÉ ,
Que apenas sin llegar
ya siento nostalgias de ayer,
Que miro a través y puedo creer
Que allí estaré
A tu lado otra vez
Sin saber por qué
Puse mi vida al revés
Hoy tumbado y con sed
Puedo llorar al ver
Tanta vida que dejé
El viaje siguió,
Tu olor se quedó
Volveré para ver
Cuando vuelva mi tren
Y otros pasos al revés
De mi vida traeré
El viaje siguió,
Mi maleta gritó
Ese día llegará,
Dejaremos de viajar
Y nos tocará descansar
