martes, 7 de octubre de 2008


Cuando crucé la alambrada, y me sentí más fuerte, muchos mitos cayeron…

en las púas quedaron atrapados para siempre,

las luces que me rodearon se apagaron… de repente llegó el silencio

un silencio que jamás habría pensado…

de repente muchos cayaron, otros diluyeron su encanto por la tierra,

el resto, casi ninguno, quedó para siempre…

La lluvia lo enfría todo, cambia la luz, llega la soledad, la húmedad, el miedo.

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